Llega la Navidad, esos días en que nos gustaría creer que todo aquello que deseamos puede ser posible, y pensar en las segundas oportunidades que a veces nos da la vida. Son días también para reflexionar sobre lo que hemos hecho durante el año y si deberíamos cambiar algo. Esto es precisamente lo que le pasó al Señor Scrooge, el protagonista de uno de los clásicos de la literatura fantástica británica, “Cuento de Navidad”, de Charles Dickens.
Los alumnos de KS1, disfrutaron de esta bella historia de Navidad de la mano de la compañía La Bicicleta, con la adaptación de Ana María Boudeguer en el teatro Sanpol de Madrid. Ebenezer Scrooge, un hombre tacaño y malhumorado que odia la Navidad y todo lo que tiene que ver con ella., rechaza todo lo que no tenga que ver con él mismo o ganar dinero. Después de rechazar la invitación de su sobrino para cenar con su familia en Nochebuena, su vida cambia por completo al ser visitado esa misma noche por tres fantasmas que le muestran su pasado, su presente y el futuro que le espera a él y los suyos.
El señor Scrooge se enfrenta a sus pequeñas y grandes miserias terrenales y tiene que revivir todas las acciones malas que realizó. Durante una noche, en un fantástico sueño, Scrooge aprende mucho y muy deprisa, aprende, por ejemplo, que no podemos mirar sólo hacia el suelo, que tenemos que saber mirar hacia las estrellas, que tenemos que buscar una luz para guiarnos, y sobre todo que nadie puede soportar una vida sin amor. Es una noche que le sirve a Scrooge para reflexionar sobre su actitud ante la vida y ante los demás.
Sin duda una gran oportunidad para que nuestros niños aprendan la necesidad de recapacitar y cambiar todo aquello que hacemos mal, disfrutando de uno de los mejores clásicos de la literatura británica.