Emilio Calatayud alerta de las consecuencias de sobreproteger a los niños en la educación, el juez de menores, que ha inaugurado las jornadas de Bienestar del British Council School de Madrid, ha señalado que es necesario poner límites a los niños y recordarles que además de derechos tienen obligaciones. En el evento se ha presentado además el WellbeingHub, proyecto pionero que sirve de encuentro para profesionales y familias en temas de gestión emocional.
Emilio Calatayud, ha sido el encargado de inaugurar el WellbeingHub del British Council School, un proyecto creado para unificar el trabajo de profesionales dedicados a la protección a la infancia, profesores, alumnos y padres, que surge como “punto de encuentro para poder dar respuesta a problemas de gestión emocional infantil”, según señala Silvia Prado, su Directora de Comunicación e impulsora del mismo. “El objetivo es fomentar la diversidad, la igualdad y el equilibro de la salud física y mental de los niños. Queremos crear una red para poder medir el bienestar de los niños y entender cómo se sienten, lo que les gusta y lo que no y poder dar respuesta a los posibles problemas que puedan tener”, explica Prado.
Emilio Calatayud, encargado de inaugurar el proyecto, ofreció una charla este fin de semana en la que se debatió el tema de la sobreprotección infantil. El juez de menores, conocido por sus sentencias ejemplarizantes, señaló que “en la educación estamos todos implicados y hay que saber poner límites a los niños porque si no tendremos un problema cuando sean mayores”
“Hemos pasado de ser esclavos de nuestros padres, a esclavos de nuestros hijos convirtiéndoles en pequeños tiranos”, - explicó- “Yo lo veo cada vez con mayor frecuencia: familias que son sometidas por sus hijos porque no supieron decir nunca que no. Hemos confundido autoridad con autoritarismo y hemos pasado de un extremo a otro”.
“Hablamos con frecuencia de los derechos de los niños pero nos olvidamos que los niños también tienen obligaciones y deben obedecer a sus padres y respetarles siempre. Deben contribuir equitativamente al hogar mientras convivan con ellos, y eso lo dice la Constitución. Nos estamos acostumbrando a que los niños sean los reyes de la casa olvidando el principio de autoridad y sin poner límites. Dando a los niños todo lo que piden estamos haciéndoles un flaco favor”, señala.
Para Calatayud, “la educación comienza en la familia, y no se les puede dar todo para suplir otras carencias. No nos damos cuenta del poder de las nuevas tecnologías. Un niño no debería tener un móvil antes de los 14 años por mucho que sea un regalo de Navidad o de Comunión porque no posee la suficiente madurez y porque con un solo click puede cometer un delito (…). Me encuentro a diario con casos de familias arruinadas porque sus hijos cometen o son víctimas de acoso sexual o escolar. ¿Cómo se valora el daño de alguien que ha tenido que cambiar tres veces de instituto porque esa foto ha sido vista por 15.000 personas en un día?”, explicó.
“Somos tan políticamente correctos que ahora parece que no se puede prohibir nada y hay cosas que no se pueden permitir porque derivan en problemas muy serios. El botellón se debe prohibir porque el alcohol es una droga, y ese niño luego puede coger una moto y matar a alguien”.
Calatayud señaló la importancia de llegar a un “Pacto del Menor” “porque hay edades intermedias que se deben legislar” y recalcó que“la educación es una tarea de toda la sociedad y la familia es la base de la estructura educativa, por lo que hay que protegerla. Hemos dado autoridad a las familias y a los profesores pero les hemos quitado la protección y estamos ante generaciones que se convierten en maltratadores que se creen con el derecho de poder hacerlo”.
Por último, como consejo señaló que “hay que implicarse mucho más, estar encima de nuestros hijos mientras convivan en nuestra casa y educarles para ser consecuentes de sus actos porque a partir de los 14 años hay una responsabilidad penal para él, pero también para sus padres”.
Para Claudia Xibixell, orientadora del British Council School, estas jornadas son necesarias porque “es necesario que los educadores y las familias puedan dialogar y encontrar soluciones ante problemas que han experimentado un gran auge, como los casos de ansiedad o de estrés infantil. Los datos son alarmantes”, explica Xibixell. “La Organización Mundial de la Salud alerta del aumento de los casos de ansiedad, depresión y agresividad en las nuevas generaciones, debido, entre otras razones, a que cada vez pasan más tiempo a solas, y tienen menor tolerancia a la frustración. Estamos ante generaciones expuestas a las nuevas tecnologías que han recibido de todo pero que tienen muy poca aceptación a los límites. Según el libro blanco de la psiquiatría, publicado por la Universidad Complutense Madrid, un 15% de la población española padece un problema psicológico y 1 de cada 8 tiene una enfermedad mental, y eso es un problema social ante el que debemos reaccionar todos”, señala.
La importancia de la gestión emocional
El WellbeingHub, del British Council School responde a la necesidad de concienciar sobre la importancia de la gestión emocional en los niños. El proyecto se estructura en tres pilares. Por un lado, el trabajo con los niños en las aulas, para poder conocer más sobre sus sentimientos y sobre sus posibles respuestas ante problemas como la ansiedad, el acoso o el estrés. Por otra parte, la labor con los profesionales (profesores, psicólogos y responsables de protección a la infancia), que detectan las principales preocupaciones y elaboran estrategias de respuesta a estos problemas. Por último, la colaboración con las familias, a través de seminarios y talleres que les permitan entender mejor en qué consiste la gestión emocional y cómo trabajarla con sus hijos. Estos talleres están abiertos al público y se celebran periódicamente.